Basílica Sagrada Familia terminada
- Katherine V
- 10 oct 2010
- 2 Min. de lectura
Gaudí concibió la Sagrada Familia a partir de la tradición de las catedrales góticas y bizantinas. Con la arquitectura y la belleza del edificio quería expresar las creencias cristianas, y comunicar a todo el mundo el mensaje evangélico. Consiguió una simbiosis entre forma y simbolismo cristiano, con una peculiar arquitectura generada por estructuras, formas y geometrías nuevas pero de gran lógica e inspiradas en la naturaleza, con un importante protagonismo de la luz y del color.
El significado de la Sagrada Familia se comunica con la forma y la expresividad de la arquitectura, de las imágenes y los conjuntos escultóricos.
Los diferentes elementos arquitectónicos tienen un simbolismo cristiano ordenado jerárquicamente.

Así, cada una de las dieciocho torres tiene una dedicación. En el centro estará Jesucristo, y a su alrededor, las cuatro torres que representan los evangelios, los libros que explican la vida y las enseñanzas de Jesús. La torre sola del ábside, coronada por una estrella, representa a su madre, María, y las doce torres restantes representan a los doce apóstoles, testigos de sus palabras y gestos.
Se mire desde donde se mire, una vez acabadas estas dieciocho torres ofrecerán una visión extraordinaria y darán una sensación de elevación alrededor de la torre central, dedicada a Jesucristo.

La verticalidad, de hecho, es una de las características de la iglesia que propone Gaudí con el objetivo simbólico de elevarse hacia Dios: una forma de pirámide desde el exterior, una altura elevada en las naves y unos pináculos, en la cumbre de las torres, que parecen confundirse con el cielo.
En los portales de las fachadas se explican la vida y las enseñanzas de Jesús. Cada una representa uno de los tres momentos culminantes de su vida: su nacimiento, su pasión, muerte y resurrección, y su gloria, presente y futura. A medida que pasa el día, la luz solar subraya todavía más las características (generosas, armoniosas o dramáticas) de cada fachada.

Gaudí indicó que la luz en el interior del templo debía ser armoniosa y resaltar la plasticidad de la nave, y que, sobre todo, tenía que inducir a la introspección y al recogimiento espiritual.
Las columnas arborescentes, además de su función estructural, reflejan la idea de Gaudí de que el interior del templo tenía que ser como un bosque que invitara a la oración, y que fuera adecuado para la celebración eucarística.
Para liberar de peso a los techos y aportar iluminación, proyectó en los espacios situados entre las columnas unos tragaluces o claraboyas, concebidos a partir de hiperboloides, construidos con piezas de vidrio doradas y verdes y con baldosas, por donde entra y se refleja la luz solar. Todos los vitrales del ábside siguen una degradación tonal que busca crear una atmósfera propicia a la introspección.

La Basílica actualmente continua en construcción y se espera terminar hasta el 2026 pero acá te dejo paso a paso las etapas de construcción y un adelanto de como lucirá.
Vía Sagrada Familia
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